Los ministros de agua y saneamiento de Costa de Marfil se han asegurado un importante respaldo de sus colegas en el gobierno, al conseguir proteger la financiación pública del sector. Se ha confirmado que el presupuesto del sector para 2021 a 2023 tendrá la categoría de programa de tres años, en lugar de estar dedicado a proyectos individuales de un año, que son mucho más vulnerables a cualquier cambio en las prioridades políticas y económicas.
El ministro del agua de Costa de Marfil fue un participante clave en la reunión de ministros del sector de SWA de 2019. Antes de la propia reunión, la secretaría de SWA trabajó con los puntos focales en el país para explorar los complejos problemas de agua, saneamiento e higiene a los que se enfrenta el país. El proceso de preparación y las sesiones informativas para la reunión ayudaron a involucrar directamente al ministro, y fomentaron que llevara a cabo un trabajo aún más estrecho con el ministro de saneamiento, lo que llevó a que ambos se convirtieran en adalides del sector en Costa de Marfil. También ha fomentado el compromiso con objetivos públicos ambiciosos, como garantizar el acceso al agua potable al 95% de los residentes de las zonas urbanas y rurales en 2022.
En Costa de Marfil, los ministros de recursos hídricos y saneamiento han promovido el agua, el saneamiento y la higiene de manera que se garantice que el sector siga recibiendo fondos del erario público aunque haya cambios a nivel ministerial.
Trabajando de manera tan coordinada y con tanta confianza, la promoción de los ministros funciona como un tándem eficaz. Ello ha permitido que la voz del sector se escuche con más fuerza en el seno del gobierno: en las reuniones del Consejo de Ministros, en las sesiones de asignación presupuestaria y en la propia Asamblea Nacional.
Los resultados ya han sido significativos: dado que se ha acordado que el presupuesto de agua, saneamiento e higiene se ejecute más allá del estatus habitual de “proyecto” de un año, el sector puede estar seguro de que seguirá recibiendo financiación del erario público incluso si hay cambios a nivel ministerial. Pero lo que es más importante, también significa que se ha habilitado la planificación a largo plazo para el sector, con enormes implicaciones para el progreso del sector hacia el acceso universal a los servicios de agua y saneamiento en la próxima década.